Análisis del suelo
La evaluación de nutrientes en el cultivo de mandarina implica realizar análisis de suelo periódicos para determinar los niveles de nutrientes, pH y otros parámetros críticos. Basándose en estos resultados, se deben ajustar las prácticas de fertilización para corregir deficiencias o excesos de nutrientes, asegurando así un equilibrio adecuado para el crecimiento óptimo de las plantas.
Fertilización
Se deben aplicar fertilizantes balanceados que proporcionen una mezcla equilibrada de N, P y K, junto con micronutrientes esenciales como Fe, Zn, Mn y Cu. Se recomienda el uso de fertilizantes de liberación controlada o de acción lenta para asegurar una liberación continua de nutrientes y minimizar pérdidas. Además, la fertilización foliar con soluciones nutritivas permite corregir deficiencias específicas directamente en las hojas.
Manejo del pH del suelo
Para mantener un pH óptimo para cítricos, que suele estar entre 5.5 y 6.5, es necesario regular el pH del suelo mediante la aplicación de cal o azufre según sea necesario.
Materia orgánica
Añadir materia orgánica como compost o estiércol mejora la estructura del suelo, aumenta la retención de humedad y optimiza la disponibilidad de nutrientes, favoreciendo así el crecimiento saludable de las plantas.
Monitoreo
Es crucial monitorear la salud de las plantas y el desarrollo de los frutos para ajustar las prácticas de fertilización según las necesidades cambiantes. Además, se deben aplicar tratamientos específicos para corregir deficiencias detectadas a través de análisis de tejidos o observación visual.